Las fórmulas magistrales suelen incluir una lista de principios activos, excipientes (ingredientes inactivos) y sus respectivas cantidades. También describen los pasos de fabricación específicos, como la mezcla, la combinación, la granulación y el tableteado, necesarios para producir el medicamento. Además, las fórmulas magistrales pueden incluir información sobre los materiales de envasado y los requisitos de etiquetado.
Además de proporcionar instrucciones para la fabricación de medicamentos, las fórmulas magistrales también desempeñan un papel en el control de calidad. Sirven como documento de referencia para realizar pruebas analíticas y comprobaciones de garantía de calidad a lo largo del proceso de producción. Al comparar los resultados reales de las pruebas con las especificaciones descritas en la fórmula magistral, los fabricantes pueden verificar que cada lote de medicamentos cumple las normas de calidad exigidas.
Es importante señalar que las fórmulas magistrales son documentos confidenciales protegidos por derechos de propiedad intelectual. Las empresas farmacéuticas invierten importantes recursos en el desarrollo de estas fórmulas, que a menudo implican una amplia investigación, ensayos clínicos y aprobaciones reglamentarias.
La naturaleza patentada de las fórmulas magistrales garantiza que los fabricantes puedan mantener una ventaja competitiva en el mercado al tiempo que protegen sus inversiones en investigación y desarrollo.
En conclusión, las fórmulas magistrales son documentos esenciales en la industria farmacéutica. Proporcionan un plan detallado para la producción de medicamentos, garantizando la coherencia, la calidad y el cumplimiento de la normativa. Estos documentos confidenciales desempeñan un papel fundamental en la normalización del proceso de fabricación y el mantenimiento de la seguridad y eficacia de los medicamentos.